NO HAY MÁS RUMBO QUE EL CAMINO---- BLOG DE ALBA MORALEDA

miércoles, 26 de octubre de 2011

La universidad sin conocimiento

Hoy he asistido a unas jornadas universitarias sobre la sociedad digital. Mis expectativas a priori eran muy positivas. Pensé que resultarían interesantes y que me serían de gran utilidad para mi formación, dado el auge de las tecnologías y la gran vinculación de estas con los profesionales de la comunicación. Pues bien, mis objetivos durante las charlas fueron decayendo hasta que finalmente escribí estas líneas.

A mi entender, la universidad es un lugar de encuentro, en el que el fin es ampliar el conocimiento de los allí reunidos, crear inquietudes y despertar curiosidades. Además de formar personas cultas, capaces de razonar y pensar por si mismas y crear conocimiento. Esto es estimular las mentes, desarrollar nuestra capacidad creadora.
La sensación de insatisfacción con los profesores no es de ahora, venía sembrándose desde mis inicios en la universidad, pero hoy ha tocado fondo mi aguante de chapas soporíferas  y me he visto impulsada a escribir y dejar constancia de este sentimiento.

En el salón de actos de la facultad, los no conferenciantes nos hemos sentado abajo, en butacas de color naranja, con unas tabillas que se desplegaban del reposabrazos a modo de mesita. Los ponentes se presentan contándonos sus largos apellidos (emérito, catedrático, doctor, etc.) Su lugar estaba en el escenario, detrás de una importante mesa, con micrófonos que funcionan a duras penas, y quedando de fondo un telón blanco para proyectar los concurridos PowerPoint.

La exposición comienza. Pretender hablar de redes sociales, de la revolución en las formas de comunicación con la aparición de las redes sociales, el fácil acceso a la información gracias a la web 2.0, pero yo me planteo ¿cómo puedes pretender dar lecciones sobre comunicación si no sabes comunicar?

¡Señores profesores! Poner un PowerPoint plagado de letras diminutas (y no soy miope) no es nada didáctico. Intentas hacer el esfuerzo por leerlo pero esto aburre, te empuja a desconectar. Para leerme su estudio puedo recurrir a su página web pero, ahora que le tengo delante quiero que me lo cuente usted, que me hable, que me transmita.
Los ponentes olvidan los recursos para generar interés, para hacer levantar la vista a un alumno de la pantalla de su Smartphone. No varían la entonación, ni introducen cambios en el ritmo, ni juegan con el silencio.
Por otro lado, ¿cómo puede necesitar un guión alguien que ha dedicado su tiempo a investigar profundamente sobre un tema?, ¿no lo tendría que conocer tan bien como su DNI? Un estudioso que se dedica a leer su trabajo delante del público, sinceramente a mi juicio deja mucho que desear, y más tratándose de profesores de ciencias de la información y la comunicación.
De este modo no consiguen conectar conmigo, no me transmite nada más que aburrimiento, desconexión, evasión y una profunda rabia que me empuja a escribir este artículo. Miro a mi alrededor y el resto de la sala se dedica a cualquier menester que se precie salvo a escuchar la ponencia, a excepción del resto de congresistas, faltaría más.

Esto me frustra, no me gusta, no quiero una universidad así. Añoro un profesor sin guión. Un profesor que lance preguntas que estimulen mi mente, que me haga pensar, que me lleve a revolver en el cajón de mi memoria, que me permita sentirme parte de la universidad.


lunes, 17 de octubre de 2011

15 de Octubre, todos juntos por el cambio global

Más allá de intentar establecer un cifra, más o menos acertada, de la cantidad de manifestantes que se concentraron el pasado 15 de octubre en diferentes ciudades del mundo, y de tratar de calificar las protéstas de éxito o fracaso, hay un mensaje realmente emocionante y esperanzador.

Personas de aquí y de allá, con diferentes creencias, ideologías, culturas, encontraron un motivo, un sentimiento común que las unía. Abogados, periodistas, amas de casa, parados, albañiles, jardineros, médicos, actores, personas individuales, diferentes, empiezan a ser conscientes del problema estructural global. Damos una paso más allá. Ya no es solo la crisis que sufre mi país, sino la situación del mundo. 

Pero esta entrada del blog nace con la intención de profundizar, de apretar el zoom  dentro de la imagen que nos presenta una plaza abarrotada de personas y conocer algo más que una cifra.
Vemos sonrisas, caras emocionadas, ilusionadas, de personas que  se sienten cómplices y poderosas todas unidas. Cada una con sus sueños, sus metas, sus problemas. Se lanzan a la calle para, por encima de todo, reclamar su derecho a ser felices, su derecho a no ser estafados, engañados, manipulados, su derecho a ser dueños de sus vidas. 
La gente, las ciudades, el mundo está hablando. Expresan su descontento, su indignación, reclaman que ellos son los dueños de la "democracia", piden responsabilidades a sus representantes, exigen respuestas, pero de arriba no se recibe más que silencio.

Resulta emocionante ver el resultado del movimiento, la respuesta de la gente que no quiere permanecer pasiva, responde y actúa.


viernes, 14 de octubre de 2011

Un cuerpo adulto, una mente joven

18 años. Has dejado de ser un adolescente, ya eres una persona adulta, eres un ciudadano con derechos y deberes, o eso es lo que te dicen. Pero en tu cabeza sigen volando mariposas, no tienes claro a que te gustaría dedicar tu tiempo el resto de tu vida, no has tenido tiempo de escucharte a ti mismo, de conocerte lo necesario, pero esto da igual lo socialmente correcto es que elijas. Tienes que tomar una de las primeras decisiones de tu vida, debes encaminarte en alguna dirección. Las experiencias que has podido sumar a esta edad, probablemente sean escasas, queda mucho por descubrir, por probar, mucha gente que conocer, muchas historias por escuchar...pero aún así tienes que tomar un camino, tienes que decidir.

Si tienes suerte, y te dan el privilegio de decidir, harás un ejercicio de reflexión contigo mismo, tratarás de comprenderte, responder a tus grandes interrogantes, plantarle cara a tus miedos y tomarás un rumbo. Nuevas personas empiezan a llamar a la puerta, otras que llevaban desde siempre contigo empiezan a marchar, sigilosamente, sin apenas darte cuenta, y otras que estaban allí desde que llegaste seguiran sentadas a tu lado.

El calendario ha ido perdiendo hojas, sin apenas darte cuenta. El tiempo pasa más deprisa que años atrás. Has ido multiplicando vivencias, sumando conocimientos y restando dudas o incertidumbres sobre quien eres y sobre como quieres seguirte moldeando. Es ahora, cuando estas acabando lo que en su día empezaste con 18 años, el momento en que descubres lo que amas, lo que quieres, lo que elegiste o lo que descartaste. Pero te das cuenta ahora, que has caminado.
Entonces, ya eres licenciado, o diplomado, o graduado y todo el largo etcétera de apellidos que nos colocamos para diferenciarnos, es cuando te toca empezar a inventarte.